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Consecuencias de una mala comunicación interna

Consecuencias de una mala comunicación interna

Hoy vamos a hablar de las consecuencias de aplicar una insuficiente o mala insuficiente comunicación interna en tu empresa. Pero es probable que no tengas ni idea de lo que es y no te culpo. Porque, a pesar de lo importante y fundamental que resulta para el mundo empresarial, es un ámbito que se ha visto altamente camuflado en los últimos años tras la sombra de la comunicación externa. Así que si necesitas refrescar la memoria, pincha aquí para redescubrirla y comprender mejor la envergadura de lo que hoy te propongo.

Las 5 consecuencias más comunes

Antes de empezar con la clasificación que he preparado, me gustaría que supieras que los beneficios que consigue la empresa que cuenta con una buena comunicación interna son múltiples. Por esa regla de tres, no gestionarla adecuadamente también puede dar como consecuencia problemas que a la larga se pueden transformar en algo mucho más grave. Básicamente, porque se suele generar el efecto “bola de nieve” y un pequeño detalle se puede transformar con el tiempo en algo enorme. ¿Y cuáles son esas consecuencias? Vamos a ver las más comunes.

1. Desmotivación

Si los trabajadores no se sienten valorados irán a trabajar sin ganas, sus tareas se volverán rutinarias y no representarán un reto para ellos sino más bien una carga. Nos encontraremos con personas que sólo querrán realizar su jornada, sin prestar demasiada atención a la calidad de sus tareas. Simplemente querrán cumplir con lo establecido y con un horario. Estas personas pueden ser muy talentosas, ideales para el puesto que ocupan, pero si no encuentran una motivación, muy probablemente acaben por irse de la empresa en cuanto se les presente la ocasión.

2. Desorden jerárquico

Está muy bien que el jefe sea cercano a sus trabajadores, que los conozca personalmente y que incluso exista una relación de amistad, pero eso no debe difuminar la jerarquía de una empresa en la que deben quedar claras las posiciones, las responsabilidades y los límites de cada uno. Si la empresa fuese creciendo y continuase sin marcar una pirámide de mando clara, esta situación se acabaría transformando en un problema, ya que la confusión llevaría al caos y el caos al desastre.

3. Protocolo inexistente

Si el protocolo de comunicación no se establece claramente, es fácil generar malentendidos que lleven a situaciones desagradables. Los errores se convertirían en algo común, la pérdida de información daría pie a errores más graves, probablemente los mensajes no llegarían a sus destinatarios, y esto provocaría situaciones realmente comprometidas que alimentarían ese caos que ya hemos comentado y que fácilmente se podría traducir en las temidas pérdidas económicas.

4. Mal ambiente de trabajo

La acumulación de pequeños detalles dan pie a situaciones tensas que propician un ambiente cargado, lleno de personas con una piel muy fina y una alta sensibilidad que no son más que la consecuencia de una mala comunicación interna. Los trabajadores no sólo no estarán motivados por acudir a su puesto de trabajo sino que además serán propensos a provocar situaciones tensas que puedan desembocar en algo más grave.

5. Imagen corporativa dañada

Al igual que un trabajador se convierte en un embajador corporativo muy preciado cuando la comunicación interna fluye adecuadamente (endomarketing), también se puede convertir en el peor enemigo de la propia empresa. Si cuando está dentro de la compañía está en continua tensión, discutiendo por cualquier cosa, esperando a ver cuál será el próximo error, a que venga algún compañero a gritarle o incluso a faltarle al respeto, etc. Por supuesto que cuando esta persona esté en la esfera externa no alabará las grandezas de su empresa, muy al contrario. Esto, sin duda, será un golpe muy duro para la imagen y la reputación corporativa ya que nadie es más creíble que una persona que forma parte de la propia compañía. Y si el ambiente está tan cargado, te aseguro que no serán ni uno ni dos.

El efecto bola de nieve

Todos estos factores desembocan en otros a los que, si no se les pone remedio, siempre irán a más y provocarán una CRISIS. Y en el peor de los casos, podría acabar con el cierre de la empresa y con todo lo que esto conlleva. 

Siempre se puede actuar antes de llegar a una situación tan grave, por supuesto. Pero para ello será necesario que cuentes con una comunicación interna sana. Ésta te permitirá detectar los problemas antes de que sean demasiado grandes. Y si ya has detectado alguno, mi consejo es que no esperes a que se solucione solo. Recuerda que lo que pasa dentro de tu empresa es responsabilidad tuya, por lo que no es para nada recomendable dejar estos asuntos en manos del azar.

Ten en cuenta que las consecuencias que hemos visto hoy son las más habituales, pero antes de llegar a ellas existe una serie de síntomas que deberían llamar tu atención como, por ejemplo, el absentismo injustificado y reiterado, el continuo atasco en tareas relativamente sencillas, la repetición constante de errores, etc. Y, ¿sabes qué? A veces la solución es más sencilla de lo que parece.

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Podcast

Si eres más de los que prefiere llevarse la información puesta y escucharla en cualquier sitio AQUÍ tienes el enlace al podcast de esta semana.

¿Eres líder o jefe?

¿Eres líder o jefe?

¿Sabes qué opinan tus empleados de ti? ¿Te consideran líder o jefe? Normalmente no son preguntas fáciles de responder. Porque tú haces lo que tienes que hacer y crees que haces lo correcto. Pero ya sabes que la verdad no es una cuestión absoluta sino relativa y lo que a ti te parece adecuado, tal vez para el resto no lo sea… Es cuestión del punto de vista desde el que se mira así que, efectivamente, parece un tema peliagudo.

Pero dime, si dependiera de ti, ¿qué preferirías ser: líder o jefe? ¿Lo tienes claro? ¿Sí? ¿No? Dependiendo de tu contexto, de tu educación y de tu visión empresarial es probable que haya un concepto que te parezca más atractivo que el otro, pero también es posible que no tengas preferencia alguna. En todo caso hoy vamos a explorar los dos conceptos y a despejar algunas dudas que te puedan estar surgiendo sobre este tema.

Tenemos por costumbre referirnos al “jefe” cuando hablamos del gerente o del propietario de una empresa. Se trata sin duda de la persona que está en la cúspide de la pirámide jerárquica, pero conceptualmente no es lo mismo ser considerado un jefe que un líder. 

¿Cuál es la diferencia entre líder y jefe?

Existen muchas diferencias entre un perfil y el otro, unas son más notorias que otras, pero el caso es que la suma de todas ellas dan como resultado un ambiente y un tipo de relaciones laborales muy distintas. Vamos a ver cuáles son.

El jefe

Tal vez sea un concepto más adecuado para lo que denominamos “la vieja escuela”. Se trata de una persona que tiene autoridad impuesta y que utiliza ese poder para mandar. Esta figura autoritaria toma las decisiones sin consultar con nadie y teniendo como indicador su propio sentido común e interés, por lo tanto, la comunicación es unidireccional, descendiente y unilateral. O, dicho de otro modo, su voz es la única que importa.

El líder

El líder es una persona que no tiene por qué estar impuesta, sino que se convierte en un referente porque genera una energía a su alrededor que motiva a las personas y el trabajo en equipo. Puede ser una influencia consciente o inconsciente, pero el caso es que, sea del modo que sea, no impone sus propias ideas y siempre está esperando escuchar propuestas ajenas. En este caso la comunicación es bidireccional y multilateral. O, dicho de otro modo, su voz no será la única que importe.

¿Te ves reflejado en alguno de estos perfiles? Y si le preguntásemos a la gente que trabaja contigo, ¿crees que coincidirían en la respuesta? 

Pequeños detalles; grandes diferencias

Sólo con las características generales de cada perfil ya hemos visto que un líder y un jefe no son exactamente lo mismo. Sin embargo, sí que es altamente recomendable que la o las personas al cargo de una corporación adopten un rol de liderazgo menos dictatorial. Los tiempos han cambiado, las personas también lo hemos hecho y no podemos olvidar que precisamente las personas somos las que formamos cada una de las corporaciones del mercado laboral. En definitiva, se trata de pequeños detalles que marcan grandes diferencias. Pero creo que para verlo más claro será mejor ir un poquito más al detalle.

Percepción de la autoridad

La percepción de la autoridad de un jefe es prácticamente dictatorial: “yo soy el que manda y punto”. Sin embargo, el líder no concibe la autoridad de la misma manera sino que se la gana aportando lo máximo de sí. Es decir, en lugar de mandar hacer las cosas, suele preguntar “¿cómo puedo ayudar en esto?”. Dicho de otro modo, el jefe da órdenes e impone su mandato dejando claro quién manda, mientras que el líder se gana el respeto como tal mediante argumentos que justifiquen el motivo por el cual se hacen las cosas de una manera u otra y siendo el primero en dar ejemplo.

Recelo o confianza

Gracias a su posición jerárquica, un jefe se puede tomar la libertad de amenazar y de imponer el miedo para hacer valer su posición y ganarse cierto “respeto”, y lo pongo entre muchas comillas porque ese respeto no es más que miedo camuflado. No importan las consecuencias porque sólo busca obediencia ciega. Precisamente por este mismo motivo los jefes no suelen ser respetados sino criticados por la espalda por sus propios empleados. 

En cambio, el líder se muestra mucho más cercano, parte del equipo, escucha a los trabajadores, les ayuda a conseguir los objetivos comunes y así, poco a poco, se gana su confianza. El líder es valorado por sus seguidores y además le tienen cierta estima.

Reacción ante los problemas

El jefe enseguida busca a la persona o personas responsables del fallo o problema y las culpa y castiga. La idea es darles una reprimenda ejemplar para que no se repita el error. 

El líder, en cambio, se preocupa por buscar una solución. Entiende que no es cuestión de buscar culpables sino de salir del bache lo antes posible. Tras superarlo busca cuál ha sido el detonante y también una manera de evitar que se repita el error, pero sin señalar a nadie en concreto e incluso ayuda a que la persona detonante levante cabeza.

Grado de cercanía

El jefe se limita a dar órdenes y a cerciorarse de que éstas se cumplan. El líder, en cambio, es el primero en ponerse manos a la obra, dando ejemplo, motivando a los de su alrededor a trabajar junto a él, codo con codo. 

El jefe es una persona distante y que además marca las distancias para que nadie olvide la posición que ocupa. Trata a sus subordinados como si fuesen números y no empatiza ni con ellos ni mucho menos con sus situaciones personales. El líder es mucho más cercano: conoce a todos los integrantes de su equipo e interactúa con ellos constantemente.

Mentalidad abierta o cerrada

El jefe es muy receloso a que se le acerquen otros integrantes de la empresa porque debe marcar las distancias. Al fin y al cabo, él da las órdenes y no hay discusión posible. 

El líder se considera parte de todas las acciones o proyectos que lidera. Como conoce a los integrantes del grupo, potencia y promociona las capacidades latentes de cada uno de ellos. Es capaz de generar compromiso sin pedirlo y, como sabes, eso es algo muy poderoso a nivel empresarial.

Mandar o liderar

El jefe es puntual, el líder encabeza y llega el primero. El jefe se espera sentado en su trono de hierro particular, el líder da la bienvenida a todos a medida que van llegando. El jefe ordena y hace cumplir su mandato, el líder inspira compromiso, motiva y es un referente a seguir para el equipo que lidera. El jefe pasará por encima de quién haga falta para mantener su posición, en cambio, el líder hará que personas normales se sientan especiales, únicas y extraordinarias.

¿Cómo te quieres mostrar?

Si estás leyendo esto muy probablemente seas la máxima representación de tu empresa o un mando intermedio. Independientemente de cuál sea tu cargo espero que con esta información hayas podido reflexionar sobre cuál es tu posición actual con respecto a cómo te perciben los demás y si ha llegado el momento de cambiar alguna cosa. Así que dime: ¿eres jefe o líder?

¿El líder nace o se hace?

Después de leer el artículo de hoy y de analizar los diferentes aspectos sobre la percepción que tienen los demás sobre tu cargo, ¿consideras que no te gusta la imagen de liderazgo que estás proyectando? Pues déjame decirte que sólo en tu mano está cambiar eso. El líder nace pero también se hace. Es cuestión de abrir la mente, de aceptar los errores y de romper con malos hábitos. ¿Estás dispuesto a ello?

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Haz publicidad GRATIS

Haz publicidad GRATIS

¿Alguna vez has oído hablar del endomarketing? Si tu respuesta es NO, ¡enhorabuena! Estás en el lugar adecuado. Si tu respuesta es Sí, igualmente te animo a que te quedes para que puedas reforzar tus conocimientos sobre cómo hacer publicidad gratis. Al final, la idea es que puedas aplicar un endomarketing más efectivo en tu empresa.

Igualmente, y tal y cómo habrás podido intuir por el título, el endomarketing está íntimamente ligado al hecho de que puedas hacer publicidad gratis. Pero vamos a ver qué es exactamente y cómo lo podrías aplicar.

Qué es el endomarketing

Seguramente, si eres empresario este concepto te ha llamado la atención simplemente porque contiene la palabra “marketing”. Y es que hoy en día las empresas destinan una partida presupuestaria muy importante a este fin. El motivo es básicamente porque se han dado cuenta del valor y del impacto que produce en el mercado: publicidad, merchandising, atención al cliente, imagen corporativa, etc.

Hoy no vamos a entrar en los pormenores de la comunicación externa sino que vamos a indagar en cómo el marketing también se puede abordar desde la comunicación interna, es decir, lo que viene a ser el endomarketing. Y lo que es más interesante: cómo hacer publicidad gratis.

La comunicación interna hacia el exterior

Como ya habrás podido deducir, el endomarketing es la forma de llegar a los públicos externos a través de la comunicación interna. Parece algo muy complicado pero en realidad no lo es tanto. De hecho, la comunicación interna es un arma tan potente que si se utiliza adecuadamente puede incluso traspasar fronteras y llegar a públicos que no forman parte del seno corporativo. 

De hecho, podríamos traducir endomarketing como “marketing interno” ya que el prefijo endo proviene del griego y significa dentro. Por lo tanto, esta manera de hacer marketing se focaliza en los públicos internos. Y sí, suena raro, porque si estas acciones se llevan a cabo dentro de la empresa, ¿cómo pueden afectar a los públicos externos? Veámoslo más claro a través de una analogía.

La coherencia de la persona

Cuando estás triste, pero no tienes más remedio que trabajar de cara al público intentas lucir la mejor de tus sonrisas, hacer buena cara, procurar que no se te note e intentar pasar el día lo más rápido posible. Dime, ¿funciona? Seguramente sí con según qué gente. Pero en la mayoría de los casos ese no es el mensaje que estarás transmitiendo. O dicho de otro modo, otros muchos notarán una incoherencia entre lo que ven y lo que perciben.

Las personas transmitimos una energía que nos ayuda a entender a los demás y si tú no estás bien es muy difícil que convenzas a los demás de lo contrario. Por otro lado, con un estado de ánimo tan débil también te será más fácil caer en depresión, o que lo que te puedan decir te afecte mucho más, o que entres en una crisis emocional que requiera de ayuda externa para solucionarla.

El problema es interno, pero inevitablemente acabará por afectar a todo lo que hagas o digas y, por lo tanto, tarde o temprano se proyectará hacia el exterior de tu persona.

La coherencia de la empresa

En el mundo empresarial nos encontraríamos en un escenario parecido: con una vulnerabilidad y una inestabilidad estructural que cada vez se mermará más si no le pones algún tipo de remedio. Y si no lo acabas de ver, piensa: ¿sabes de alguna persona que haya caído en una depresión y haya salido de ella sin cambiar algún hábito o sin acudir a algún especialista que le echara una mano? Pues claro que no, porque para encontrar resultados diferentes necesitamos llevar a cabo acciones distintas.

Si tu empresa no cuida la comunicación interna se generarán una serie de situaciones que acabarán por dar pie a una crisis interna. Y eso, amigo mío, son palabras mayores.

Básicamente, te encontrarás que los empleados no estarán motivados, la producción bajará, se producirán más pérdidas de tiempo, habrá más conflictos entre ellos (tanto a nivel personal como profesional) y un larguísimo etc que no te va a gustar nada. 

Todo este cuadro se irá trasladando a la esfera externa sin que te des cuenta e indudablemente sin que puedas evitarlo. Por mucho que te firmen un contrato de confidencialidad (si es que es tu caso) o que la política de empresa no les permite hablar mal de su puesto de trabajo, lo cierto es que no podrán evitar que esa energía negativa de la que hablábamos antes sea percibida por el resto. Y en el caso de que no te hayas cubierto las espaldas con este tipo de restricciones contractuales, imagina cuál puede ser la repercusión.

¿Consideras que esto que acabamos de exponer es publicidad negativa? ¡Exacto! Tal cual. Pero por esa misma regla de tres podemos cambiar su rumbo y usarla en beneficio de la compañía. Piensa que los mejores embajadores de nuestra empresa son las personas que la componen.

El endomarketing aplicado = publicidad gratis para tu empresa

En el momento de pedir referencias sobre una empresa ¿quién mejor y más fiable que alguien que trabaja en ella?

Endomarketing: captando talento

Vamos a ponernos en situación. Céntrate en el proceso de selección, en el momento en que te pones a buscar personas que respondan a un perfil específico. Ya sabes lo complicado que es dar en el clavo. Pero en esta ocasión te voy a pedir que te pongas en su lugar.

Ten en cuenta que estaos candidatos son conscientes de sus cualidades y que cada vez son más selectivos cuando se trata de prestar sus servicios a una empresa. ¿Qué quiere decir esto? Simplemente que en la actualidad a través de internet contamos con muchísima información de todo y ésta está al alcance de cualquiera. Así que cuando se trata de informarse sobre una empresa en particular estas personas también buscan el valor humano percibido. ¿A qué me refiero? Dime, ¿cuántas empresas has visto en los foros de búsqueda de empleo de las que se hable bien? Las hay, claro que sí, pero no hay muchas. ¿Crees que si tu empresa no cuida la comunicación interna será atractiva para este tipo de colectivo tan selecto? Si fuese así, tendrías que ofrecerles incentivos muy interesante para que opten por tu opción.

Ten en cuenta que seguramente se decantarán por aquellos lugares de los que hayan encontrado mejores referencias, allí donde crean que se van a sentir más valorados, aquella compañía que crean que les puede ofrecer un proyecto más interesante o que represente un reto más atractivo para ellos. Para conseguir que ese lugar sea tu empresa el endomarketing es fundamental.

Pero pasemos a la siguiente pregunta: ¿dónde buscarán esa información? Por supuesto, en internet, sí, pero tengamos también en cuenta las redes sociales. ¡Muy importante! Allí encontrarán contactos a los que pedir referencias; la mayoría de ellos serán trabajadores o antiguos empleados. ¿Quién te puede dar una reseña fiable de una empresa más que alguien que ya ha trabajado en ella o que incluso aún forma parte de ella? No tengas ninguna duda de que estos testimonios serán escuchados y además con mucha atención porque la información con la que cuentan será oro puro.

Endomarketing: captando clientes

Y lo mismo pasaría con un cliente potencial que esté considerando lo que tu empresa le pueda ofrecer.

Si conoce a alguien que lleve trabajando contigo un tiempo y esta persona le dice que los jefes son unos explotadores que no tienen en cuenta al trabajador, que el ambiente de trabajo es una porquería y que está esperando a ver si le sale algo más para largarse de allí; ¿crees que tu empresa será atractiva para que este posible cliente se interese lo más mínimo por ella o crees que preferirá tantear otras opciones? Sin duda, es información de primera mano, totalmente fiable y, lo que es peor, negativa

Evidentemente, que estas personas que han decidido no darte una oportunidad tampoco dejarán reseñas en las redes sociales que pongan en entredicho la calidad de tu producto/servicio. Básicamente, porque no lo habrán llegado a consumir, pero es que tampoco te darán la oportunidad de demostrarles que tu producto/servicio es de calidad. Tampoco podrán comprobar que, tal vez, es incluso mejor que lo que finalmente adquirieron. Sin embargo, sí que se han llevado esa esencia negativa que desprende tu compañía a nivel interno y que ha acabado por colarse en la esfera externa

El endomarketing bien aplicado

¿Puedes llegar a imaginarte el caso contrario: en el que tuvieras una plantilla motivada, feliz, que se sintiese parte de algo mayor, colaboradora y con un concepto del lugar de trabajo que va más allá de lo que realmente es, un sitio donde se sienta valorado y con expectativas de crecer? El efecto publicitario que tendría en la esfera externa sería brutal, perduraría más en el tiempo y, lo que es mejor, habrás estado haciendo publicidad gratis, sin gastar ni un sólo céntimo de tu partida presupuestaria para la publicidad y el marketing.

Como empresario deberías considerar la repercusión del endomarketing y de cómo quieres que éste se produzca.

Los trabajadores de una empresa son sus máximos embajadores y de manera consciente o inconsciente hacen publicidad gratis de su lugar de trabajo. En manos de cómo se gestiona la comunicación interna de la empresa yace el pivote que hará decantar la balanza hacia una posición positiva o negativa.

¿Ya conocías esta manera de hacer publicidad gratis? ¿Te parece que le puedes sacar partido si lo usaras en tu empresa? ¿Eres de los que ya lo usan sin saberlo? ¿Por qué no me lo cuentas usando la caja de comentarios? Me encantará leer tus mensajes. Y si te ha gustado este vídeo, ya sabes, déjame un like para que yo lo sepa.

Y para terminar, te dejo una pequeña reflexión: “No puedes guiar el viento, pero sí cambiar la dirección de tus velas”. 

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PODCAST

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Retener el talento

Retener el talento

Retener un talento en la empresa tendría que ser uno de tus objetivos como líder. Ya sabes que un trabajador adecuado hoy en día es considerado un tesoro muy preciado. O sea que, cuando por fin encontramos a esa persona, es fundamental evitar que pueda irse por motivos directamente relacionados con la empresa. Justamente estos motivos son los que podemos modelar e incluso evitar.

De hecho, no poner medios para evitar su fuga sería un grave error. Piensa que los puestos de trabajo cada vez son más especializados, por lo que los procesos de selección se pueden transformar en un auténtico quebradero de cabeza. Es decir, que encontrar a personas capaces y que encajen en ese perfil específico que estás buscando puede transformarse en misión imposible. Por ese mismo motivo, después de tan arduo camino, de conseguir dar respuesta a esa necesidad tan concreta, si consideras que realmente has encontrado a la persona adecuada ¿no crees que es fundamental hacer lo posible por retenerla? ¿No te parece que vale la pena intentarlo?

Hoy veremos cuáles son los 6 motivos más habituales por los que estas personas pueden decidir irse y qué podemos hacer para evitarlo. 

1. MALESTAR LABORAL

A veces esta atmósfera viene provocada por una inadecuada o mala gestión por parte del departamento de recursos humanos o incluso de la gerencia. Estas personas pueden sentirse ignoradas, no atendidas, por lo que ante cualquier oportunidad externa de sentirse más valoradas será una posible vía de escape e incluso una oportunidad de crecimiento personal para ellas y muy probablemente acaben por irse.

También es posible que haya personas tóxicas que dificulten la convivencia entre compañeros de trabajo y que mantengan un ambiente laboral cargado la mayoría del tiempo. Lidiar con este tipo de personas durante toda la jornada puede transformarse en una auténtica tortura. Este hecho es muy proclive a transformarse en un detonante para su salida de la empresa.

2. FALTA DE MOTIVACIÓN

Hay para quien el dinero (el sueldo) es un gran motivador y aguantan carros y carretas. En la mayoría de los casos, sus necesidades personales no les permiten renunciar a su trabajo a pesar del malestar, la presión y otras variables que puedan resultar incómodas. Sin embargo, todo tiene un límite y el talento se puede encontrar en cualquier persona y en cualquier puesto de trabajo. No solo en los que requieran estudios superiores.

Para mantener la motivación es necesario que no sólo el sueldo sea atractivo y coherente, sino que también haya otros aspectos que habrá que cuidar para mantener el interés del trabajador. tales como el reconocimiento profesional, la conciliación con la vida personal, la seguridad laboral, la posibilidad de promocionarse y que el trabajador se sienta escuchado, entre otras.

3. INFELICIDAD LABORAL

¿Quién no ha oído la afirmación de que un trabajador feliz es un trabajador más productivo? Exacto, porque justamente es así. Cuando una persona está contenta en su puesto de trabajo es mucho más difícil que se sienta tentada por ofertas externas. De hecho, en la mayoría de los casos ni se plantea el irse. Por lo que un trabajador que no se sienta feliz con su trabajo y con su empresa será mucho más proclive a marcharse. Mantener la felicidad en el trabajo no cuesta tanto. El caso es que se compone de detalles tan esenciales que muchas veces se pasan por alto o se dan por supuestos. Por ese motivo, en muchas ocasiones, no se trabaja lo suficiente. No cuidar este aspecto puede dar pie a nuestra fuga de talentos. Si quieres más información sobre este tema, te dejo el enlace al vídeo en el que te lo explico con más detalle.

4. LIDERAZGO INADECUADO

Un liderazgo basado en la imposición tampoco proporciona una posición cómoda para una persona talentosa. Se trata de modelos antiguos que es mejor dejar atrás para evolucionar y poderse adaptar al mundo del siglo 21. Para ello, es necesario primar la comunicación bidireccional y que no sea sólo el jefe quien dirija y ordene sino que también éste sea capaz de escuchar sugerencias y comentarios de las personas que lidera para poder avanzar juntos. Si se impone un régimen dictatorial más que colaborativo será mejor que haya una gran motivación por parte del trabajador (un buen sueldo, la posibilidad de promocionarse, etc.), porque sino éste acabará por cansarse e irse ya tenga o no otra oferta de trabajo.

Por cierto, si el tema del liderazgo es una cuestión que te preocupa o en la que te gustaría formarte, tengo algo que te va a interesar (pincha en la imagen):

5. MALA GESTIÓN DE EQUIPOS

Tal vez nos encontremos ante un líder que prime la colaboración entre los integrantes de su equipo de trabajo. Por desgracia, puede que con la intención no baste.

Un buen líder debe saber gestionar un equipo, detectar los distintos roles que lo componen, conocer las diferentes etapas por las que éstos pasan y adaptarse a esos cambios para que el impacto no afecte negativamente a las sinergias que se generan. Si no sabe gestionar un equipo, no le estará sacando el máximo partido e incluso podría sobrecargar a sus componentes. Tendría que evitar que se genere desidia entre ellos que obstaculice el buen funcionamiento del grupo. Dicho de otro modo, aunque un equipo de trabajo esté formado por talentos de primer rango si no existe alguien que adopte el rol de líder como tal se estará echando a perder todo el potencial que este grupo nos pueda ofrecer.

6. NO CONCILIACIÓN

El trabajador tiene que dejar de ser un número o un peón en el tablero estratégico del empresario para pasar a ser considerado la persona que realmente es. Un ser humano con una situación personal específica y con unas necesidades únicas para cada caso. Si el empresario o el gestor de los equipos tiene en cuenta algunos detalles y es más flexible con la situación de las personas que gestiona, seguramente hará que la motivación ascienda y que sea más complicado que nuestros talentos nos dejen.

En definitiva, no es necesario hacer grandes inversiones de capital. Ya hemos visto que el sueldo no es el único incentivo para retener el talento. Además, en muchos casos no es el motivo principal por el que las empresas pierden a estas personas tan valiosas y que les han costado tanto encontrar.

Lo ideal es crear una identidad corporativa de la que todos los que forman el equipo se sientan parte. Para ello será necesario realizar un análisis profundo que requiere un constante seguimiento y que permitirá generar ese sentimiento de pertenencia tan buscado y deseado por las grandes compañías. Por cierto, que este tema ya lo hemos tratado en otro vídeo. Te dejo el enlace por aquí para que le puedas echar un vistazo.

¿Eres de los que antes de ver el vídeo creía que el dinero era siempre la razón?Ahora que hemos analizado otros motivos, ¿se te ocurre algún caso en el que se haya ido alguien que realmente apreciabas a nivel laboral por un motivo como los que hemos visto? Si es así, después de ver el vídeo de hoy, ¿crees que lo podrías haber evitado? Si es así, no permitas que vuelva a pasar. Ahora ya tienes las claves, pero si te ha quedado alguna duda, me la puedes dejar en la caja de comentarios. Te aseguro que yo misma la leeré e intentaré darte respuesta.


Podcast

Si eres de los que prefiere escuchar el contenido sin tener que estar pegado a una pantalla, puedes acceder a él pinchando aquí.