Todos sabemos la importancia que tiene la comunicación externa de una empresa: el marketing, la atención al cliente, la imagen corporativa, etc. De hecho, la mayoría de empresas destina una partida presupuestaria más o menos importante para este fin con la intención de mejorar varios aspectos que afecten a sus compañías a nivel externo. Sin embargo, muchas veces olvidamos la esfera interna en la que la comunicación corporativa también es muy importante.
¿Qué es la comunicación interna?
Dime, ¿cómo valorarías una empresa que no tiene un buen ambiente de trabajo?, ¿o en la que cada dos por tres hay malentendidos que se van acumulando y que pueden dar lugar a incluso pérdidas económicas?, ¿o esa compañía en la que los trabajadores no están motivados y no piensan más que en sacarse la faena de encima lo antes posible (sin prestar atención a la calidad de su trabajo) simplemente porque están deseando huir del trabajo cual alma que huye del infierno? Bueno, vale, tal vez no sea para tanto, pero estaremos de acuerdo en que cuando la comunicación interna en la empresa no es buena se pueden dar situaciones como éstas que, aunque no lo parezca, no son algo tan extraño.
Y no se trata sólo de un aspecto que afecte al ánimo de los trabajadores, sino que también está presente en el ambiente corporativo en sí, en el compromiso de cada uno de ellos para con la empresa e incluso en la imagen que éstos proyectan de la misma una vez salen por la puerta y deciden hablan del lugar en el que trabajan.
Si aún así te parece que esto no son más que pamplinas, te aconsejo que dejes de leer. Pero si te pica la curiosidad, quédate conmigo porque hoy te quiero presentar a la gran olvidada en el mundo de la comunicación corporativa: la comunicación interna.
¿Por qué existen empresas que no cuidan la esfera interna?
Es cuestión de prioridades. Hay empresarios que creen que el cliente es lo más importante y lo único por lo que realmente hay que velar. Otros se centran en las redes sociales y hacen las mil y una para conseguir likes. También los hay que prefieren primar el servicio posventa.
No te voy a negar que la esfera externa es fundamental y hay que cuidarla como se merece, pero la interna es igual de importante. Piensa que sin ella el sueño empresarial tampoco sería posible. Por eso la comunicación interna es necesaria para cerrar el círculo comunicativo. Permite que las empresas cuenten con un núcleo en plenas capacidades y que ésta funcione con la eficacia de un reloj suizo.
“La comunicación interna no es nada del otro mundo”
Imagínate un gabinete de abogados, de estos que van trajeados todo el día, con sus zapatos recién encerados y que acuden a los juzgados dando una imagen impecable. ¿Verdad que esperas encontrarte unos despachos y oficinas con la misma presentación? Pues ahora imagínate que te personas allí y te encuentras un lugar en el que hace semanas que nadie pasa la escoba, con un dedo de polvo allá donde mires y con el ambiente cargado porque nadie se ha molestado en abrir las ventanas y ventilar. Seguro que tu percepción del gabinete cambiaría drásticamente.
Con la comunicación interna pasa lo mismo: por mucho que se quiera proyectar hacia fuera una percepción positiva, si lo de dentro no se cuida, acaba por generar esa mala imagen que precisamente es la que no queremos transmitir.
¿Cuesta mucho coger la escoba y barrer? Pues no, la verdad, pero sí que es cierto que hay que dedicarle un tiempo y a veces, por falta de costumbre o de experiencia, no se hace ni con la frecuencia necesaria ni tan bien como lo haría un profesional. También está el tema de las prioridades, porque siempre hay cosas más importantes o más urgentes que hacer. Y por eso, las empresas que dan servicio de limpieza siguen trabajando y cada vez tienen más faena. Porque tú como empresario querrás centrar tus esfuerzos en lo que da sentido a tu empresa. ¿Estamos de acuerdo?
Es por este motivo que cuando tenemos problemas con el ordenador llamamos al informático, cuando se estropea un enchufe al electricista, cuando se produce una rotura de cañería avisamos al fontanero, así que cuando detectamos un problema con la comunicación interna es preciso no dejar enquistar la situación y ponernos en contacto con la empresa experta.
“En mi empresa no tenemos problemas de estos”
No es necesario tener problemas serios para empezar a actuar. A veces no se trata de solucionarlos, sino de prevenirlos. O ¿Acaso no le haces como mínimo una revisión anual a tu vehículo? ¿Lo haces porque está estropeado? No, simplemente intentas mantenerlo en las mejores condiciones para evitar que te dé un susto en plena carretera.
Del mismo modo, si cuidas la comunicación interna de tu empresa, te ahorrarás un montón de problemas que al final pueden traspasar a la esfera externa y tirar por el suelo todo tu esfuerzo e inversión en marketing e imagen corporativa. Está en tu mano evitar una crisis.
Ya lo decía Sun Tzu en su libro El arte de la guerra: “La mejor victoria es vencer sin combatir”. O como decimos por aquí: más vale prevenir que curar 😉
¿Ya conocías la comunicación interna? ¿La tienes presente en tus estrategias empresariales como líder que eres? ¿Te has topado con algún problema derivado de una mala gestión en este tipo de comunicación? Si te apetece, puedes contármelo en los comentarios. Me encantará leerte.
Y para terminar, te dejo una pequeña reflexión para que no dejes más estos temas al azar y tomes el control de lo que sucede dentro de tu empresa: “No puedes guiar el viento, pero sí cambiar la dirección de tus velas”.
¡Hasta la próxima!
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