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¿Sabes cuáles son las 5 claves para determinar si eres un líder o no? Lo cierto, es que hoy en día, si hablas con cualquier persona al cargo de una empresa, seguramente te encontrarás que todo el mundo se jacta de ser un líder, pero lo cierto es que no hace falta dar muchas vueltas para ver que no es oro todo lo que reluce.

Y ¿sabes qué es lo que más me asusta? Que las personas que se lo creen y en realidad no lo son, son aquellas que no quieren abrir su mente y se cierran en su mundo ideal en el que todo va bien y no hay necesidad de mejorar. Luego están los que dicen que sí, que siempre se puede mejorar, pero que en realidad no pasan de ahí y se mantienen en su posición segura y perpetua. También los hay que se forman y luego no implementan nada de lo que han aprendido. Como ves, hay muchos perfiles, pero lamento decirte que todos ellos son falsos líderes. ¿Eres uno de ellos?

Hoy voy a darte las claves para que descubras si eres ese líder que quieres ser. Porque a veces los árboles no nos dejan ver el bosque y cuando formamos parte del problema parece que el problema no exista. Pero no te ofendas que no te estoy faltando al respeto. Es sólo una manera de hablar. Vamos, que si éste es un tema que te preocupa, hoy vamos a despejar esas dudas. Y te aconsejo que te quedes hasta el final, porque tengo una pequeña sorpresa para ti.

Las 5 claves para saber si eres un líder de verdad

Si llegados a este punto no tienes muy claro cuál es la diferencia entre una cosa y la otra, te aconsejo que le eches un vistazo a este vídeo que te dejo por aquí y que también podrás encontrar en la descripción. Para entender lo que vamos a contar hoy es necesario que tengas ambos conceptos muy claros. Pero como seguro que ya lo has hecho y sabes a qué me refiero concretamente, vamos a ver cuáles son esas 5 claves que determinarán si realmente eres un líder o no.

1. La zona de confort

¿Sabes qué es la zona confort? Seguro que sí, pero por si acaso que sepas que se le llama así al conjunto de elementos que definen tu rutina y que te mantienen dentro de un espacio, llamémosle, “conocido” o seguro. Esta zona de confort se le llama así porque el cerebro se relaja. ¿Qué quiere decir esto? La actividad del cerebro humano cuenta con una parte consciente y otra inconsciente. Nosotros tenemos control sobre la parte consciente, pero ésta sólo representa entre un 5 y un 10% del total de la actividad cerebral. Lo quiere decir que entre un 90 y un 95% se escapa a nuestro control. Esto no es bueno ni malo, es así y punto. Al menos, de momento. Pero toda esta actividad que se escapa de nuestro control se subleva a las necesidades básicas de toda persona. Aquí entraríamos a definir la pirámide de Maslow.

A grandes rasgos, podríamos decir que nuestro cerebro nos protege de casi todo. Esta sobreprotección tiene un fin bueno porque procura evitarnos cosas malas, pero también nos priva de cosas buenas que no están dentro de nuestra zona de confort. De hecho, tu zona de confort puede ser bastante mala, pero por no salir de ella y aspirar a otro horizonte, nuestro cerebro prefiere mantenernos ahí. ¿Te suena el dicho ese de “más vale bueno conocido que malo por conocer”?

Después de la clase de psicología de hoy, vamos a ver qué tiene esto que ver con el liderazgo. A ver… Teniendo en cuenta cuál es la situación actual, podemos afirmar que vivimos en una sociedad líquida que se adapta al contexto sin importar su forma. Y lo cierto es que el ritmo de cambios que llevamos últimamente es bastante trepidante, ¿no te parece?

Precisamente aquí yace nuestra primera de las 5 claves para saber si eres un líder: ¿qué grado de aceptación tienes al cambio: eres de los que prefiere seguir con lo que se ha ido haciendo hasta ahora o eres de los que considera necesario observar el mercado (especialmente a la competencia) y adoptar medidas para poder transformar tu entorno y adecuarlo al contexto por el que se rige? No te lo pienses mucho. Dame una respuesta rápida porque esa será la de verdad. Bueno, espero que seas sincero… A ver, si eres de los que prefiere seguir dentro de la zona de confort, súmate un punto para ser jefe. Si, por el contrario, eres de los que salta fuera de su zona de confort con facilidad, apúntate el tanto para ser líder. 

2. La escucha activa

¿Sabes lo que es la escucha activa? ¿No? Pues súmate un punto como jefe. … No, en serio. No sé si sabes lo que es o no, pero en realidad no importa. Aquí la pregunta es si conoces a las personas que forman parte de tu equipo de trabajo. Y dirás, “¿qué tiene eso que ver con escuchar?” Pues todo. Piensa que si no les escuchas es imposible que sepas quiénes son y por qué son así. Ufff, la cuestión parece profunda, ¿verdad? Pues lo parece porque lo es. Así que si tu respuesta es sí, apúntate un tanto como líder. Si es no, como jefe. Y si no estás seguro o no los conoces a todos, mejor no te apuntes ningún tanto.

3. Cuestión de confianza

Esta clave está muy relacionada con la anterior, pero en realidad tiene varias vertientes. Por un lado está la vertiente de tu relación con tus empleados y por el otro la que se refiere al tema de la delegación. Pero vayamos por partes. En cuanto al tipo de relación que estableces con las personas que componen tu equipo, si en el apartado anterior te has adjudicado un punto como jefe, muy probablemente mantengas un intercambio con ellos estrictamente profesional. ¿Quiere decir esto que no confías en ellos? No necesariamente.

Si tu punto fue a favor de la figura del líder, es altamente probable que tengas cierta complicidad con ellos a nivel personal. En este aspecto, la pregunta no va sobre si quedas para tomar una cerveza con ellos o no. Aquí la pregunta sería, en caso de que tuvieras que ausentarte (por cualquier motivo) durante un mes entero, ¿serías capaz de dejar en sus manos tu negocio con la confianza de saber que tirarán adelante sin ti? Si la respuesta es sí, punto para el líder. Si la respuesta es no o dudas, punto para el jefe.

4. La reacción a los problemas

En mi casa siempre se ha dicho que no existe el mundo perfecto y que en todas las ollas se cuecen habas. Por lo que, por muy estupendo que sea tu negocio seguro que existen momentos en los que surgen problemas, enfrentamientos, malentendidos, etc. También es probable cometer errores a nivel de producción o a nivel de atención al cliente.

La pregunta es: cuando pasan estas cosas, ¿cuál es tu reacción: buscas un culpable para darle una reprimenda o buscas una solución para subsanar el problema? No vale que me digas que las dos cosas, porque hay una de ellas que harás antes que la otra y la que vale es la primera que lleves a cabo. Además, seguro que sea cual sea tu elección, también harás muchas otras cosas como detectar por qué ha pasado lo que haya pasado, buscar maneras de que no se repita, etc. Pero no nos vayamos del tema, ¿cuál de las dos reacciones es la primera que tienes? Si eres de los que buscan culpables, anótate un punto para el jefe. Si eres de los que buscan soluciones, punto para el líder.

5. La formación

¿Pero esto qué es? ¿Formación? Pues sí, aunque no te lo creas está muy relacionado con esto. Y aquí no te voy a plantear preguntas sino que te voy a pedir que mires en perspectiva y analices qué hiciste en los últimos 6 meses. ¿Has hecho algún curso de formación? Si la respuesta es sí, anótate un punto como líder. Si es que no, punto para el jefe. Y, bueno, para darte un poco de explicación de por qué es así, te voy a comentar que la mentalidad del jefe hace que se crea que ya lo sabe todo y, por lo tanto, no siente la necesidad de aprender. En cambio, el líder siempre considera que debe reciclarse y adquirir nuevas habilidades y conocimientos para afrontar nuevos retos.

¿Te gusta lo que has averiguado hoy?

Y hasta aquí las 5 claves para saber si realmente eres el líder que crees ser. Pero lamento comunicarte que si has leído este artículo estando sólo, deberías repetir todas estas cuestiones con otra persona. No me malinterpretes. No te estoy diciendo que tu criterio no sea relevante, sino que simplemente es tu visión de las cosas, pero eso ya lo tenías antes de leer esto, ¿verdad?

Aquí lo verdaderamente interesante sería que todas estas preguntas que te he ido planteando a lo largo del artículo de esta semana deberás hacérselas a alguien que forme parte de tu entorno más cercano. Tendría que ser alguien con quien tengas la suficiente confianza como para que te diga la verdad. Sin paliativos o con los justos. Porque una cosa es lo que tú crees o piensas y otra muy distinta lo que realmente proyectas. Así que te aconsejo que si no lo has hecho antes, vuelvas a mirarte el vídeo y tomes nota para ponerte a prueba y ver si vives en un mundo paralelo o con los pies en el suelo.

No me negarás que lo de hoy ha sido un baño de humildad. Estoy segura de que estas 5 claves par determinar si realmente eres un líder o no, no te han dejado indiferente. No es nada fácil mirarse a sí mismo con ojos críticos que nos indiquen qué debemos mejorar. Ni tampoco resulta sencillo hacerlo y no caer en la más feroz de las autocríticas. Porque las personas somos así, y nos cuesta poco pasar de un extremo al otro.

De todos modos, si no te apetece compartir este tipo de información con otras personas, no te sientes a gusto con esto, te ofrezco una manera alternativa de hacerlo. A través de este formulario podrás hacer un test con el que te autoevaluarás y tendrás acceso a una respuesta rápida. ¿A que suena fenomenal? Pues espero que si lo haces, obtengas un resultado que, como mínimo, te permita reflexionar sobre lo qué eres ahora y, si no te gusta, tomar cartas en el asunto para cambiarlo cuanto antes.